Cuando eres mamá y de repente te das cuenta del silencio que hay en toda la casa, sabes que no es una señal positiva. Inmediatamente comienzas a buscar a tu pequeño y al llegar te encuentras con dos cosas: el extenso mural creado por tu pequeño artista en las paredes de la casa y la amplia sonrisa con la que te presenta su obra maestra.
Quizás en ese instante no estés segura de si debes reír, gritar o simplemente huir, pero lo que es seguro es que tendrás que repintar las paredes y cuestionarte una vez más: ¿por qué los niños pintan todo?
Desde muy temprana edad, los Pequeñitos Exploradores dejan su huella en las paredes, los cuadernos, las mesas y hasta en el cuerpo de mamá o papá, dependiendo de quién se preste, impulsados por la curiosidad, el descubrimiento y el impulso.
Además, sienten la necesidad de expresar lo que experimentan, lo que piensan o lo que viven en su entorno.
¡Permíteles expresarse!
Entiendo que es fácil decir "permíteles hacerlo", pero vale la pena para el desarrollo de tu pequeño, ya que obtiene los siguientes beneficios:
1. Mejora su destreza motriz fina al sostener el crayón, los colores, el lápiz o el pincel. Incluso puede estimular sus sentidos cuando decide pintar solo con sus dedos.
2. Fomenta el desarrollo del lenguaje cuando comparte contigo de qué se trata su obra de arte, en qué se inspiró y qué utilizó para crearla.
3. Desarrolla una toma de decisiones más efectiva, estimula su pensamiento crítico y la resolución de problemas al decidir qué pintará, por qué, cómo y dónde realizará su obra de arte.
Así que la próxima vez que tu Pequeñito Explorador te sorprenda con un nuevo diseño en tus paredes, piensa en todos estos beneficios.
¿Te gustaría un consejo para superar esta etapa sin que cada rincón de tu casa termine pintado? Designa un espacio específico donde tu pequeño se sienta libre de expresarse, pintar y que comprenda que solo allí puede hacerlo.
Proporciónale material lavable (pinturas, colores) para que, en caso de que pinte algo, se pueda quitar fácilmente.
Y no olvides tener un buen kit de limpieza por si vuelve a sentir el impulso de pintar algo fuera del lugar asignado.
Incluso puedes sugerirle que limpie la pared o mesa que pintó, por dos razones: es una oportunidad para desarrollar su destreza motriz gruesa y fina, y así tendrá la oportunidad de reparar el daño que causó.
Fuentes: // Naran Xadul // Imagen de Google // Joy Gateño // Consuelo Hernández //
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