El ritmo veloz de la vida, las exigencias laborales y los conflictos familiares contribuyen a que los progenitores no perciban la presencia de una emoción que puede afectar la salud de sus hijos: el estrés.
A pesar de ello, es posible que los padres pasen por alto las razones detrás del estrés, pero ¿cómo se manifiesta en los niños y cuáles son los factores desencadenantes?
El estrés es nuestra respuesta "inconsciente" ante la vida. Es la forma en que enfrentamos nuestra propia existencia, ese impulso vital que nos incita a experimentar y descubrir nuestro entorno. "Por ello, sentir esta sensación es normal", explica el psicólogo Luis Carlos Flores en una entrevista para Salud180.
Según Flores, fundador de "Niños Ahora", el estrés surge cuando el niño carece de una o más de sus cuatro necesidades fundamentales: seguridad y confianza, exploración, sentirse valorados y conexión.
Esta situación se manifiesta de diversas maneras, algunas de las cuales son desencadenantes de estrés en los niños:
1. "No se siente amado por sus padres". Esto ocurre cuando los padres no se preparan adecuadamente para su papel, ya que no proporcionan al niño las señales adecuadas de afecto.
2. Amor condicionado. ¿Te quiero solo si te portas bien?
3. Sobreprotección. Genera desconfianza en su capacidad y desarrolla un sentimiento de miedo y ansiedad.
4. Pérdida de un ser querido. Mentir sobre lo que sucede deja al niño con una sensación de confusión y, por ende, de ansiedad, ya que busca inconscientemente encontrar respuestas.
5. Presenciar frecuentes peleas entre los padres. El niño tiene poca comprensión de problemas económicos o diferencias de carácter; lo único que piensa es que la discusión comenzó por su culpa.
6. Primer día de clases. Enfrentarse a una separación y conocer a nuevas personas genera angustia.
El experto señala que los padres pueden mitigar esta emoción, aunque no pueden eliminarla, ya que es parte de la vida. Una opción para aliviar el estrés es anticiparse al momento, preparando gradualmente al hijo para el cambio.
"Nadie nace sabiendo ser padre", pero es posible aprender, según indica Flores. Escucha y, sobre todo, observa a tu hijo; él es tu mejor logro.
Fuentes: // Naran Xadul // Imagen de Google // Diana Oliva //
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