1. La alimentación no debe ser un momento formal y monótono. Resultará más agradable si a los platos se les agrega una decoración especial. No es lo mismo una ensalada de verduras que la representación de un payaso con zanahorias, pepinos y lechuga.
2. Nunca omitir el desayuno. Se considera el componente esencial del día y, por lo tanto, nunca debe ausentarse de la dieta de los pequeños.
3. Variedad en la combinación de alimentos. Los niños estarán dispuestos a probar de todo si sus padres les enseñan a diversificar los alimentos. El menú no debería depender únicamente de comida rápida o alimentos instantáneos.
4. Sustituir frituras por frutas y vegetales. A la salida de la escuela, se sugiere recibir al niño con un recipiente de frutas y verduras cortadas en formas divertidas, los colores resultarán más atractivos.
5. Respetar los horarios de las comidas. La vida de los niños se rige por rutinas y hábitos. Alterar frecuentemente los horarios de comida puede generar confusión y malos hábitos en la mesa.
6. Atender la sed es crucial. Cuando un niño solicita un vaso de agua, es porque realmente lo necesita. Satisfacer la sed contribuirá a una adecuada hidratación y digestión.
7. Incorporar alimentos en sus presentaciones originales. Experimentar con diversas formas de presentar los alimentos puede hacer que los niños se sientan más atraídos por probar cosas nuevas.
8. Tiempo para el ejercicio y el juego. Además de ser esencial para el desarrollo motor, este momento activará su metabolismo y contribuirá a mantenerlos en buena forma física.
Fuentes: // Yahoo! Noticias // Imagen de Google // Salud180 // Pilar Maguey //
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