Incorporar moras y arándanos a la alimentación diaria conlleva notables beneficios; descubre lo que los expertos tienen que decir al respecto.
Las vitaminas son esenciales para el crecimiento y desarrollo normales del cuerpo. La vitamina K desempeña un papel crucial en la construcción de huesos y tejidos saludables mediante la facilitación de la síntesis de proteínas. Reconocida como un nutriente esencial y versátil, su función principal se centra en la coagulación sanguínea.
Según el Instituto Nacional de Salud de los Estados Unidos, la vitamina K es esencial para la producción de proteínas que participan en la coagulación de la sangre. Además de su contribución a este proceso, también desempeña un papel significativo en el mantenimiento de la salud ósea, según señala un estudio publicado en la revista Osteoporosis International. Este estudio revela que la vitamina K participa en la formación y conservación de la matriz ósea, promoviendo así la fortaleza y salud ósea.
Existen dos formas principales de vitamina K: la K1, presente en frutas rojas y vegetales de hojas verdes, y la K2, producida por bacterias intestinales y encontrada en alimentos como queso, huevos y hígado.
El arándano y la mora, dos frutas especialmente ricas en vitamina K, según la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos, contienen principalmente la forma K1, con alrededor de 28 microgramos por cada 100 gramos de porción. Además de ser excelentes fuentes de vitamina K, su elevado contenido de antioxidantes y fibra las convierte en opciones aún más saludables.
Recuerda que, si tienes dudas sobre tu ingesta de vitamina K o sospechas de una posible deficiencia, es esencial consultar a un profesional de la salud. Este experto realizará los exámenes pertinentes y te proporcionará las recomendaciones necesarias para mantener una dieta equilibrada y rica en estos alimentos.
Fuentes: // Yahoo Noticias // Imagen de Google // La Nacion // El Tiempo (Colombia) //
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