¿Te encuentras culpable de adoptar esos hábitos que juraste evitar cuando te convertiste en madre? No te preocupes, no estás sola.
1. Compartir cada detalle sobre tus hijos y mostrar sus fotos a extraños.
En realidad, a tu instructor de zumba o a cualquier persona en el ascensor no le interesa ver las 50 fotos de tu hijo en tu celular. Ni a cada alma que comparte el elevador contigo le importa escuchar cómo tu hijo ha aprendido a contar hasta 100 en inglés.
2. Capturar cada momento de la vida de tu hijo con tu teléfono.
Si alguien revisara mi galería de fotos, se asombraría. Hay un millón trescientas fotos desde diferentes ángulos de mi hijo en cada instante. Pero es difícil resistirse a capturar tanta ternura.
3. Hablar (demasiado) sobre los asuntos relacionados con la popó de tu hijo.
La realidad es que el tema de la popó no es un tabú cuando eres madre. Es parte de la vida diaria, y no hay razón para sentirse culpable al compartir con medio mundo las hazañas fecales de tu recién nacido, incluso aquella vez que terminaste con popó en la cara.
4. Referirte a tu pareja como "Mami" o "Papi".
Frases como "Vamos a esperar a que papi regrese del trabajo" o "Mami, ¿puedes sonarle la nariz a Matheo?" que juraste nunca decir ahora forman parte de tu vocabulario. A veces, es mejor no decir "de esta agua no beberé".
5. La incapacidad de hablar sobre temas que no involucren a niños.
Si pasas todo el día cuidando, limpiando y haciendo caras a unos pequeños seres, ¿de qué más hablarías con otras personas? Exacto...
6. Vestirte con ropa cómoda y sin peinar durante varios días.
En estos momentos, prefiero dormir un poco más o dedicar tiempo a peinar a mi hija en lugar de perder tiempo eligiendo qué ponerme. Además, intenta perseguir a un niño de 2 años en tacones. No es tan fácil, ¿verdad? Ahora priorizo la comodidad sobre la moda.
7. Cancelar planes a último momento.
"Lo siento, no puedo ir porque mi hijo tiene una infección de oído". La lista de razones por las que has cancelado planes a último momento con tus amigas es extensa. A veces, simplemente estás tan agotada que lo único que deseas es quedarte en casa, y tener hijos es una excelente excusa para no quedar mal.
8. Sobrecargar Facebook con fotos y videos de tu pequeño.
¿Recuerdas cuando te burlabas de esa amiga que no dejaba de subir fotos de su hijo? Ahora la burla recae sobre ti. Publicar 43 fotos de la fiesta de cumpleaños de mi hija puede considerarse exagerado, pero siempre hay espacio para aquellos que ya no desean seguir siendo amigos en Facebook. "Te lo estás perdiendo, amigo..."
Fuentes: // Yahoo Noticias // Imagen de Google // Naran Xadul // Sandy Bleiberg //
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