Arango House, 1973. Acapulco (Mexico)
— Miguel Ángel Pérez 💭 (@maperezmesa) May 7, 2023
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Las piscinas infinitas son cautivadoras no solo por su atractivo estético, sino también por la experiencia emocional que ofrecen. Los seres humanos tenemos un deseo innato de conectar con la naturaleza, y las piscinas infinitas proporcionan el medio perfecto para lograr esa conexión. Al combinar el arte y la ingeniería, crean una transición fluida entre el agua de la piscina y el entorno circundante, permitiéndonos sentirnos en armonía con la naturaleza.
Además, estas piscinas generalmente se encuentran en ubicaciones idílicas, como lo alto de acantilados con vistas panorámicas al océano, rodeadas de montañas exuberantes o con vistas a impresionantes paisajes urbanos. Esta combinación entre un paisaje impresionante y un diseño innovador crea una sensación inigualable de lujo y placer.
Algunos expertos en el sector hotelero consideran que una piscina infinita se ha convertido casi en un requisito para los hoteles de lujo, especialmente en propiedades frente al mar, donde aprovechar las vistas es fundamental para brindar una experiencia exclusiva.
No obstante, algunos académicos también han planteado críticas hacia estas piscinas. Argumentan que las piscinas infinitas representan visualmente y materialmente la movilidad y el privilegio de las élites. Ven estas estructuras como símbolos de poder líquido y una forma de separarnos de la realidad local y del resto del mundo, alentándonos a aislarnos en espacios de lujo.
A pesar de las opiniones y debates académicos, los turistas continúan compartiendo diariamente numerosas fotografías en piscinas infinitas cada vez más espectaculares, mostrando estos lujosos espacios que solo unos pocos pueden permitirse.
Fuentes: // Yahoo Noticias // Mariángela Velásquez // Agradecimiento Online Converter //
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