Crianza: Se le puede enseñar a un niño a ser feliz.
En sintonía con la corriente actual de psicología, que adopta un enfoque positivo destacando las emociones constructivas que optimizan tanto la salud psicofísica individual como las relaciones interpersonales, resultaría sumamente beneficioso que las familias adoptaran este enfoque. Esto propiciaría un ambiente propicio para que los niños criados en ese entorno florezcan y crezcan de manera saludable y dichosa.
Rubén Lepe, a cargo de Sport City Nutrition, comparte valiosas recomendaciones para adoptar un estilo de vida saludable:
¿Cómo se caracteriza el enfoque positivo de la psicología contemporánea?
En sus inicios y hasta hace poco, la psicología se centraba exclusivamente en la patología, la enfermedad mental, la debilidad y el sufrimiento. Estos términos pintaban al ser humano como una víctima indefensa, incapaz de cambiar su destino.
Hoy en día, respaldada por estudios robustos que amplían el marco de intervención y alejándose de cualquier pseudociencia dirigida por modas pasajeras, la nueva psicología ha dejado de enfocarse en los trastornos mentales. Ahora se aborda al ser humano desde una perspectiva positiva, no para reparar lo roto o eliminar lo negativo, sino para potenciar y estimular las potencialidades y virtudes humanas, las emociones positivas, los valores y el optimismo.
En esencia, el énfasis recae en el bienestar mental, el buen vivir y la calidad de vida. Esto permite que el individuo no solo viva de manera saludable, sino que también salga fortalecido de las adversidades y crisis. Es crucial comprender que no se trata de erradicar las emociones negativas, sino de focalizar y estimular las emociones positivas como un "colchón de aire" ante las dificultades. Ante circunstancias difíciles, inalterables, lo modificable es la perspectiva y la actitud hacia los acontecimientos de la vida. Se trata de verlos como oportunidades de crecimiento en lugar de percibirlos como apocalípticos.
En relación con la expresión de emociones positivas, ¿Cuál es el papel de la familia?
Los niños absorben el clima emocional del hogar como esponjas. Si les demostramos mediante el ejemplo que fomentamos emociones positivas, crecerán fortalecidos y serán menos propensos a experimentar emociones negativas. Además, se convertirán en generadores de climas emocionales positivos y optimistas.
¿Es posible enseñarle a un niño a ser feliz?
La enseñanza de la felicidad es factible si reconocemos que somos un espejo para ellos y:
- Creamos un ambiente emocional positivo en la familia.
- Reconocemos y expresamos adecuadamente nuestras emociones.
- Encontramos posibilidades en medio de las dificultades.
- Salimos fortalecidos de situaciones adversas.
- Practicamos sonrisas expansivas y buen humor.
- Vemos lo negativo como una parte de la existencia.
- Implementamos estrategias para aumentar el bienestar familiar.
- Observamos con optimismo lo que nos rodea.
- Comunicamos nuestros sentimientos.
- Mantenemos la esperanza incluso en situaciones difíciles.
- Cultivamos valores y virtudes.
- Fomentamos emociones positivas como alegría, amor, buen humor y esperanza.
- Propiciamos un clima de contención.
- Estimulamos la capacidad de ser felices.
- Manifestamos nuestro amor hacia ellos con mensajes claros.
- Respetamos sus emociones.
- Los guiamos con afecto.
- Evitamos humillaciones.
- Los amamos simplemente por ser nuestros hijos.
- Establecemos límites.
- Evitamos sobreprotegerlos.
- Valoramos sus fortalezas.
- Les enseñamos que los errores son oportunidades de aprendizaje.
- Confiaremos en su habilidad para resolver dificultades.
- Centramos la atención en sus capacidades en lugar de sus carencias.
- Les mostramos que las adversidades son temporales.
Antes de despedirme, te planteo una pregunta: ¿No sería este el momento más propicio para aprender y enseñarles a tus hijos a ser felices?
Fuentes: // Yahoo! Noticias // Imagen de Google // Articloz //
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