Una vejiga en buen estado puede retener hasta medio litro de orina sin causar incomodidades, durante un periodo de dos a cinco horas. Se trata de un órgano elástico que puede expandirse para almacenar orina; cuando alcanza su capacidad, envía señales al cerebro para que la persona sienta la necesidad de orinar. Los músculos de la uretra se cierran para prevenir fugas antes de que la persona pueda ir al baño, manteniendo la normalidad en el complejo sistema urinario, donde los riñones juegan un papel crucial.
Mantener una vejiga saludable no es complicado, ya que algunos hábitos básicos la mantienen en óptimas condiciones. Algunos de estos incluyen mantener una hidratación adecuada, seguir una dieta equilibrada que incluya vegetales y frutas, y realizar ejercicios para fortalecerla, como los ejercicios de Kegel, beneficiosos tanto para hombres como para mujeres.
No obstante, también es crucial reconocer las señales de alarma evidentes que requieren atención médica inmediata.
De acuerdo con la Sociedad Urológica de Enfermeras y Asociados, estas señales incluyen la presencia de sangre en la orina, urgencia extrema para orinar, sensación de dolor o ardor al orinar, calambres o sensibilidad inusual en la zona de la vejiga, sensación de no vaciado completo y cambios significativos en el color y el olor de la orina, que podrían ser inusuales.
Existen otros síntomas que a veces no parecen tan graves y que tendemos a pasar por alto, pero que en realidad indican que algo podría no estar funcionando correctamente. Uno de ellos es la necesidad de orinar con mucha frecuencia. El doctor Benjamin Brucker, en una entrevista con The Healthy, explica que a pesar de la creencia de tener una vejiga pequeña, todos tenemos un tamaño similar. La urgencia constante para orinar podría ser un indicativo de vejiga hiperactiva, cuyo tratamiento también puede mejorar la calidad del sueño.
Otra señal que a menudo ignoramos, ya sea por vergüenza o negación, son los episodios de pérdida de orina. La incontinencia urinaria afecta tanto a mujeres como a hombres, independientemente de la edad. Sus causas comunes incluyen infecciones de la vejiga, estreñimiento, diabetes, sobrepeso u obesidad, y obstrucción de las vías urinarias, ya sea por un tumor o cálculo urinario, entre otras. En mujeres, los músculos del suelo pélvico pueden debilitarse debido al embarazo o traumatismos, mientras que en hombres también puede estar relacionado con problemas en la próstata. La doctora Sofía Herrera, médico ginecólogo, destaca la importancia de buscar ayuda especializada, ya que la incontinencia urinaria podría ser reversible.
La micción frecuente también requiere atención. Si bien es normal ir al baño después de tomar líquidos, hacerlo de manera excesiva debe ser motivo de preocupación. Según un artículo de Medical News Today, la mayoría de las personas orina entre 6 y 7 veces en un periodo de 24 horas, si han consumido alrededor de dos litros de líquido en el día. Superar este número y experimentar molestias podría indicar desde problemas renales hasta diabetes.
Por último, es importante tener en cuenta que a veces podemos notar un color u olor inusual en la orina, pero esto puede deberse a los alimentos que hemos consumido. Si hemos ingerido remolachas, zanahorias o espárragos, la apariencia de la orina puede variar. No es necesario alarmarse sin motivo.
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Fuentes: // Yahoo! Noticias // Imagen de Google // Adriana Terán //
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