Bienestar: La señal inequívoca del paso del tiempo que muchos prefieren negar.

 




Nos encontrábamos en la pizzería, con hambre y listos para pedir. Solo estábamos esperando a un amigo que no se decidía: revisaba el menú una y otra vez, iluminándolo con la linterna de su celular. Le comenté "necesitas gafas" y él simplemente respondió "no quiero aceptar que estoy envejeciendo, no me siento tan viejo como para necesitarlas. Me niego a usar gafas, porque pienso que mientras más las use, más las necesitaré".

Todos nos reímos en la mesa y alguien que no le teme al paso del tiempo (o a parecer mayor) le prestó un par de anteojos.

Recuerdo que el día en que cumplí 40 años, exactamente, noté que veía diferente. O por lo menos me di cuenta de que estaba alejando los objetos para verlos mejor. Pensé que era cansancio ocular, debido al tiempo que pasaba frente a la pantalla de la computadora y del celular.

Sin embargo, no se solucionó con un buen descanso. Era presbicia, la cual afecta principalmente a quienes no tienen miopía y se hace evidente con el paso de los años, siendo un signo claro de envejecimiento.

Es importante destacar que el mito de que "mientras menos usemos gafas, menos las necesitaremos" no es del todo cierto ni respaldado por la ciencia. Aunque puede haber cierta verdad en esto, como veremos más adelante, en esencia, las gafas correctivas están diseñadas para mejorar la visión sin cambiar la estructura del ojo. Por lo tanto, no usarlas cuando son necesarias no ayudará en nada y, con la presbicia, definitivamente lo son.

Si nunca has experimentado la presbicia, es posible que te preguntes qué es. Se trata de la dificultad para enfocar objetos cercanos, como al leer o al usar el celular. En mi caso, también sentía la necesidad de abrir más los ojos y parpadear para intentar enfocar mejor, aunque no funcionaba.

Esta dificultad suele aparecer entre los 40 y 45 años, y según la doctora Vanessa Fuentes, oftalmóloga e investigadora, es un signo natural de envejecimiento.

Sin embargo, la doctora explica que aunque la presbicia sea inevitable, se pueden realizar ejercicios visuales y consumir antioxidantes para mantener la salud ocular. Además, el mito de que "menos gafas significan que las necesitaremos menos" solo podría ser cierto en casos de presbicia leve, ya que aún existe cierta capacidad para contrarrestar el defecto visual cercano. Pero a medida que la presbicia avanza, es necesario el uso de gafas correctivas para evitar dolores de cabeza y poder enfocar adecuadamente.

¿Qué hacer para aliviar la fatiga visual? 

Aunque no se puede prevenir la presbicia, hay algunas recomendaciones para aliviar la fatiga visual y mantener la salud ocular. La doctora Fuentes sugiere:

Aunque no hay manera de evadir la presbicia, no se puede prevenir, ni eliminar, sí hay algunas recomendaciones que podemos seguir para aliviar el cansancio de la vista y contribuir con nuestra salud ocular. La doctora Fuentes aconseja:

1. Incorporar el hábito diario de ejercicios visuales, cambiando varias veces el enfoque de la mirada para lejos y cerca, alternando con ejercicios de flexibilidad mirando hacia la periferia (arriba, abajo, derecha, izquierda y diagonal).

2. Es recomendable aumentar la ingesta de micronutrientes y fitoquímicos esenciales para los ojos, como vitamina A, vitamina C, vitamina E, luteína, zeaxantina, quercitina y reverestrol.

3. Dormir correctamente todas las noches, para permitir que el cristalino y su músculo ciliar se renueven constantemente después de una extensa jornada visual durante el día.

Fuentes: // Yahoo Noticias // Imagen de Google // Adriana Terán //


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