FreeBSD es el miembro más popular de la familia de distribuciones BSD, que está compuesta por sistemas operativos tipo Unix que descienden de Berkeley Software Distribution (Distribución de Software de Berkeley en inglés). Para muchos este sistema operativo suena a algo orientado a personas con un perfil extremadamente geek, pero en realidad, de forma indirecta, está mucho más presente en los hogares de lo que nos imaginamos.
FreeBSD vio oficialmente la luz en noviembre de 1993 y es considerado como el rival más directo de Linux, sistema con el que tiene algunas semejanzas, pero también claras diferencias. La primera diferencia está en el hecho de que FreeBSD es un sistema operativo completo, mientras que Linux, si nos atenemos solo a Linux sin abarcar las herramientas del proyecto GNU, es solo un kernel con sus controladores. La segunda diferencia más notable radica en las licencias, y es que mientras en GNU/Linux las licencias GPL son las dominantes, FreeBSD está publicado bajo una licencia comúnmente llamada BSD de dos cláusulas o FreeBSD, la cual es muy permisiva y permite la creación de derivados privativos.
Más de uno considera a FreeBSD como un auténtico sistema operativo Unix, sin embargo, para ser eso oficialmente hay que pagar por el copyright, así que mientras los responsables no hagan eso se tiene que conformar con la etiqueta Unix-like o “tipo Unix”. Otra notable diferencia que tiene frente a su rival directo es que se desarrolla bajo con unas políticas más conservadoras y academicistas, mientras que GNU/Linux ha tenido un enfoque más comercial (sobre todo en servidores) y se ha mostrado mucho más abierto a los cambios disruptivos, lo que ha ensanchado la diferencia tecnológica entre ambos.
FreeBSD ha ganado en los últimos tiempos ciertas simpatías entre seguidores de la filosofía Unix y del software libre que están desencantados con GNU/Linux, sobre todo por la expansión de un componente llamado systemd. Los defensores de la filosofía Unix acusan a systemd de ser muy complejo y de quebrantar los principios que defienden, mientras que algunos seguidores del software libre exponen tres cuartos de lo mismo debido a que, según su versión, es un componente que reduce la libertad de elección del usuario. Eso sí, systemd está publicado bajo la licencia LGPLv2.1, así que es software libre y está presente en distribuciones avaladas por la Free Software Foundation como Trisquel y PureOS.
Sin embargo, las quejas sobre la complejidad de systemd, que está presente en distribuciones como Ubuntu, Fedora, openSUSE, Manjaro, Debian, Arch Linux y SteamOS, tienen bastante fundamento, en especial si se tiene en cuenta que no hay consenso sobre qué es realmente. Las definiciones en liza son un init hinchado que hace o acapara cosas que no debería, una suite de software, un gestor de sistema y un framework (marco) de sistema. Lejos de querer establecer un debate, es posible que diversas de esas definiciones sean ciertas a la vez.
Retomando el tema que realmente nos ocupa, el enfoque conservador de FreeBSD la ha impedido tener el éxito de GNU/Linux a nivel de escritorio (aunque este último tampoco es realmente un éxito, al menos por ahora). De hecho, la familia BSD sobrevive en el escritorio principalmente a base de reciclar lo que puede GNU/Linux, así que nos encontramos con la presencia de escritorios como KDE Plasma, Xfce y MATE y, entre otras cosas que han llegado de manera similar, una reimplementación de AMDGPU, el driver oficial de AMD presente en el kernel Linux para las gráficas Radeon de arquitectura GCN y posteriores.
Sin embargo, que FreeBSD no sea un éxito en el sector del escritorio (al menos en su forma original) no quiere decir que no esté presente de ninguna manera en nuestros hogares y es más, posiblemente más de uno se sorprenda de lo lejos que ha llegado como base tecnológica.
FreeBSD, una base tecnológica mucho más extendida de lo que imaginas
Que FreeBSD sea casi inexistente en el mercado doméstico no quiere decir que algunos de sus derivados no hayan llegado muy lejos, así que voy a proceder a mencionarlos.
PlayStation
¿Sorprendido? Los sistemas operativos de las consolas PlayStation 3, PlayStation 4 y PlayStation Vita derivan de FreeBSD y todo parece indicar que la situación es la misma con PlayStation 5. Las razones por las que Sony lo toma como base son su permisiva licencia, que le permite cerrar el código fuente sin tener que dar explicaciones a nadie, y el hecho de que como sistema operativo está bastante maduro, a pesar no ser un éxito en el escritorio.
Es importante recordar que el hecho de que los sistemas operativos de las últimas generaciones de PlayStation sean derivados de FreeBSD no significa que se puedan utilizar como material original, al menos en un principio, ya que Sony es responsable de introducir una gran cantidad de cambios y modificaciones fue componentes propios que los convierten en productos muy diferentes.
Nintendo Switch
El otro gigante japonés de los videojuegos también ha decidido tomar FreeBSD como base para el sistema operativo de su última consola, cosa que muy posiblemente repita para su dispositivo de próxima generación.
Llegados a este punto, no viene mal recordar las intenciones de Nintendo de emplear Cyanogen, un derivado de Android Open Source Project (AOSP), como sistema operativo para la Switch. Sin embargo, la compañía responsable del sistema no quiso, una decisión que posiblemente terminó siendo su condena. Como alternativa, la Gran N de los videojuegos tomó FreeBSD, algunos componentes de Android y terminó haciendo lo que más de cien millones de personas tienen en sus casas.
AOSP está publicado principalmente bajo la licencia Apache 2, la cual también permite crear derivados privativos al no obligar la redistribución del código fuente, cosa que sí exige GNU/Linux con las distintas variantes de la GPL.
Sistemas operativos de Apple
Voy a divagar un poco aquí, pero sí, los sistemas operativos de Apple, incluidos macOS (anteriormente OS X) e iOS, heredan partes de FreeBSD que se implementan sobre el kernel de Darwin.
Darwin, lanzado principalmente como código abierto bajo la licencia Apache 2, puede entenderse como la base de los sistemas operativos macOS, iOS, watchOS, tvOS, iPadOS y BridgeOS. Consiste en código tomado de NeXTSTEP, BSD, Mach, otros proyectos de código abierto y las propias contribuciones de Apple. Los componentes de Darwin incluyen XNU, una arquitectura de núcleo híbrido que utiliza varios elementos de FreeBSD.
Nuevamente, sería una exageración decir que los sistemas operativos de Apple se derivaron de FreeBSD, pero heredaron algunas partes de él.
Las consecuencias de una licencia permisiva
Como vemos, hay algunos derivados de FreeBSD que están mucho más presentes en nuestros hogares de lo que nos imaginamos, pero incluso muchas personas que tienen nociones de informática ignoran esto. El origen está, obviamente, en la licencia BSD de dos cláusulas bajo la cual está publicado el sistema, que permite crear derivados privativos.
La posibilidad de crear derivados privativos permite a aquellos que toman a FreeBSD como base “borrar” la marca del proyecto original, ya que, al ser el derivado software privativo, los desarrolladores no tienen por qué rendir cuentas a nadie más allá de cumplir con la ley vigente. Esto choca con las licencias GPL que son preponderantes en GNU/Linux, ya que estas fuerzan la redistribución del código fuente en todo software derivado y por ende muestran o al menos señalan el origen de los productos.
Las circunstancias en torno a FreeBSD provocan que el proyecto padezca de un fuerte parasitismo y un apoyo económico mucho menor que el que recibe Linux. A pesar de que Sony y Nintendo se han hecho de oro tomando ese sistema como base para construir el software de sus consolas, no se tiene constancia de que los gigantes japoneses sean contribuidores activos al proyecto original, tanto desde el punto de vista del desarrollo como la aportación económica.
Es más, Sony sí se ha molestado en dotar a Linux de soporte oficial para el DualSense, el DualSense Edge y el DualShock 4, cosa a la que hay que sumar su condición de miembro de oro de The Linux Foundation. Dicho con otras palabras, Sony hace dinero con FreeBSD para luego contribuir a Linux.
Conclusión
Si vemos a FreeBSD como una base tecnológica en lugar de solo un sistema operativo, es obvio que ha sido todo un éxito dentro de la computación doméstica. Sin embargo, su licencia permisiva significaba que la mayoría de las personas lo pasaban por alto, incluso muchas personas con algunas habilidades informáticas. Debido a que los gerentes de proyecto defienden el permiso de licencia BSD con dos cláusulas, no tienen más remedio que pedirles a quienes disfrutan de FreeBSD que contribuyan al proyecto original para ayudar a desarrollarlo y mantenerlo.
Fuentes: // Yahoo Noticias // Google Noticias // MSN Noticias // MC, Eduardo Medina //
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