Crianza: ¿La razón detrás de la irresistible naturaleza de los bebés y la dificultad de ignorarlos? se encuentra en la biología, revela un estudio.
La atención hacia los bebés es crucial para su supervivencia. Desde el momento del nacimiento, dependen completamente de otros para sobrevivir. Las conductas de cuidado y afecto son esenciales para el crecimiento y desarrollo humano.
Es importante reconocer que los bebés son participantes activos en su interacción con sus cuidadores. A través de señales, gestos y expresiones, intentan comunicar sus necesidades. Los cuidadores atentos pueden aprender a interpretar estas señales únicas y responder de manera adecuada.
Según investigaciones, los bebés despiertan sentimientos de amor y cuidado al involucrar todos nuestros sentidos: vista, oído y olfato.
Responder a las necesidades del bebé y establecer una interacción con los cuidadores promueve la formación de un vínculo seguro y el desarrollo de habilidades sociales y emocionales, como la empatía y la compasión.
El cuidado del bebé también tiene recompensas para los cuidadores. Atender a las necesidades del bebé activa áreas de placer y bienestar en el cerebro del cuidador, fomentando comportamientos repetitivos y una conexión emocional con el bebé.
Lo que comienza como un instinto de protección y cuidado se transforma con el tiempo en una conducta compleja y aprendida, ayudando al cuidador a desarrollar habilidades de crianza y fortaleciendo el vínculo con el bebé.
La interacción entre el bebé y el cuidador crea un ciclo de comunicación, donde las señales del bebé son interpretadas y respondidas, fomentando una conexión continua.
Es natural que te resulte difícil resistirte a tu bebé. Los sentimientos y comportamientos que despierta en ti son esenciales para su desarrollo y supervivencia, facilitando tu aprendizaje sobre cómo cuidarlo y fortaleciendo vuestro vínculo.
Fuentes: // Yahoo noticias // Google imágenes // Kringelbach, M. L., Stark, E. A., Alexander, C., Bornstein, M. H., & Stein, A. (2016). On Cuteness: Unlocking the Parental Brain and Beyond. Trends in cognitive sciences, 20(7), 545–558. // Naranxadul // Sara Bromberg //
Comentarios
Publicar un comentario