A veces olvidamos el impacto abrumador que la figura paterna tiene en la vida de una niña. Moldea su manera de relacionarse con otros hombres y define lo que ella buscará y esperará de ellos. Esta relación determina su forma de exigir respeto y, sobre todo, influye en su autoestima, fuerza interior y la necesidad de sentir que su voz cuenta tanto como la de cualquiera.
Cuando un padre sabe escuchar a su hija, dedicarle tiempo y hacerla sentir valiosa, esa niña crece convirtiéndose en una mujer poderosa. Según un estudio del Institute for Families Studies, las niñas que pasan mucho tiempo con sus padres tienden a ser más independientes y seguras de sí mismas cuando son adultas. Tienen mayores probabilidades de graduarse de la universidad y conseguir trabajos mejor remunerados.
¿Qué puede ofrecer un padre a su hija cuando es pequeña? Además de amor y tiempo, hay aspectos fundamentales para su desarrollo:
1. Ser un modelo de hombre ejemplar. Mostrar cariño, respeto y protección para que ella espere lo mismo de futuros hombres en su vida y no permita faltas de respeto.
2. Fortalecer su autoestima. Destacar sus habilidades y talentos, enseñarle a conocerse y amarse a sí misma con sus virtudes y defectos.
3. Brindar seguridad. El apoyo y cuidado desde temprana edad le darán herramientas para afrontar desafíos.
4. Enseñar habilidades prácticas. Pasar tiempo juntos y enseñarle a resolver problemas, fomentando su independencia.
5. Inspirarla a buscar lo mejor. Mostrarle que su esfuerzo y dedicación traerán las recompensas deseadas.
6. Fomentar su expresión libre y respetuosa. Aprender a comunicarse sin herir a otros es esencial.
Ser padre puede ser uno de los desafíos más grandes, pero también enseña el significado del amor incondicional.
Fuentes: // Yahoo Noticias // Bing Imágenes // Naran Xadul //
Comentarios
Publicar un comentario