La pregunta del millón, ¿Activa o pasiva? Podríamos decir que no es una pregunta fácil de resolver, ya que dependerá mucho de cada trader, su temporalidad operativa, su estilo de vida y el control de sus emociones. Vamos a ver algunos aspectos importantes a tener en cuenta antes de tomar una decisión.
Lo primero que debemos hacer es definir que tipo de trading vamos a realizar y siempre operar de la misma manera, no podemos un día hacer una gestión pasiva buscando un ratio fijo y al día siguiente hacer una gestión activa porque creemos que el precio va a llegar a tal sitio. Las emociones que sentimos haciendo una gestión activa o las de una gestión pasiva cambian bastante, y eso puede afectar enormemente a nuestra operativa.
En trading debemos operar de forma mecánica, esto significa que debemos tener el mayor numero de pautas marcadas y dejar el mínimo de decisiones al momento en el que nos encontramos. Esto nos ayuda a reducir el número de emociones que sentimos, ya que las decisiones se tomaron con anterioridad y no generamos una duda. Esto puede parecer algo evidente, pero dejar cosas indeterminadas en trading puede ser muy peligroso y causarnos más problemas de los que pensamos.
Yo recomiendo que al empezar se haga con un ratio fijo, esto simplifica las cosas cuando estamos empezando y evita los lamentos del tipo: “tenía que haber cerrado aquí porque ahora se ha girado”, “tenía que haberla dejado correr porque habría sacado el doble de puntos”, etc. Este tipo de dudas y emociones puede generar mucha ansiedad y además dificulta el seguimiento de la estadística, ya que siempre tenemos la variable de nuestra intervención en la operativa.
Una gestión pasiva nos genera tranquilidad, entramos con nuestro stop y nuestro profit definidos y podemos “olvidarnos” prácticamente de la operación y sentarnos a esperar el resultado. Una gestión activa implica estar pendientes, concentrados, alerta de lo que pueda pasar, volúmenes en contra de nuestra posición que puedan aparecer o los retrocesos que habrá en el movimiento y que tendremos que saber asumir. En definitiva, la gestión activa requiere un mayor conocimiento del mercado, más paciencia, una mejor gestión de las emociones y una mayora determinación y confianza en uno mismo.
Bajo mi punto de vista y así es como guío a mis alumnos en este proceso, lo mejor es ir poco a poco haciendo una gestión pasiva para tener una base solida. Conocer los movimientos del mercado, entender muy bien el volumen, algo que es vital para realizar una gestión activa correctamente, y cuando todo esto se controla, podemos plantearnos hacer otro tipo de gestión, siempre y cuando se adapte a nuestro estilo de trading.
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