Bienestar: Entender el momento adecuado para negarse: una habilidad que se perfecciona con la práctica.
Rojas-Marcos destaca que la asertividad está vinculada directamente con la definición de límites y la habilidad de decir no de manera cómoda. Este atributo también implica tener claridad sobre lo que se quiere y lo que no, así como la capacidad de comunicarlo sin sucumbir a la presión de la reacción del otro.
La experta resalta que las personas asertivas comunican sus deseos con respeto y prudencia, evitando la confrontación y la agresión. Subraya la importancia de la familia como la primera escuela para aprender a manejar las emociones.
Rojas-Marcos advierte sobre la confusión entre asertividad y agresividad, indicando que ser agresivo es tener una conducta violenta, lo que considera como algo negativo y tóxico. Contrario a la percepción en algunos entornos laborales de valorar la agresividad, la psicóloga argumenta que esta perspectiva no es factible.
La psicóloga reconoce la imperfección humana y la posibilidad de ser tóxicos en
ciertos momentos, pero critica a aquellos que adoptan una actitud tóxica de forma permanente. Destaca que la sinceridad debe ir de la mano del respeto, y es posible ser sincero de manera cuidadosa, considerando la forma de expresarse y la actitud ante una situación dada.
Rojas-Marcos enfatiza que la asertividad implica seguridad en lo que se quiere, habilidad para expresarlo con calma, negociar y argumentar. Subraya la virtud de saber decir no y gestionar las respuestas de "no sé". La buena noticia es que cualquiera puede aprender a ser asertivo, comenzando por sentirse cómodo con lo que se desea y expresarlo sin ofender ni faltar al respeto.
La psicóloga sugiere que la dificultad para ser asertivo puede estar relacionada con el ambiente y la educación recibida, donde el 'no' puede haber sido desfavorecido y se priorizan las necesidades de los demás sobre las propias.
Finalmente, Rojas-Marcos aborda la importancia de comprender y gestionar diferentes emociones, destacando la necesidad de escucharse a uno mismo, identificar emociones y expresarlas sin miedo, además de resaltar la función positiva de la culpa como un barómetro para controlar nuestras palabras y fomentar la empatía."
Fuentes: // La Nacion Noticias // Imágenes de Google // BBVA //
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