Lograr que tu hijo se enfoque en algo puede parecer una tarea desafiante. Requiere no solo esfuerzo, sino también una buena dosis de creatividad, ya que si algo no captura su interés, es mejor dejarlo de lado y buscar otra estrategia para captar su atención.
La razón principal detrás de esto es que los niños pequeños tienen un tiempo limitado de concentración, el cual varía según su edad, según lo señala Helen Fowler Neville, autora del libro "Is This a Phase: Child Development & Parent Strategies, Birth to 6 Years". Por ejemplo, un niño de un año puede concentrarse durante aproximadamente de 3 a 5 minutos, mientras que uno de dos años necesita entre 4 y 10 minutos para enfocarse en una tarea específica.
A medida que los niños crecen, su capacidad de concentración también aumenta. Un niño de tres años dedicará entre 6 y 15 minutos, uno de cuatro años entre 8 y 20 minutos, y así sucesivamente.
Estos lapsos de tiempo son aplicables cuando las actividades que realizan realmente les interesan y motivan.
La concentración de un niño involucra varios procesos mentales, como el control de impulsos, la motivación, la capacidad de permanecer quieto, el interés en la actividad y el conocimiento previo sobre ella.
Puedes ayudar a tu hijo a mejorar su concentración a través de actividades educativas y de juego. La Universidad Internacional de Valencia sugiere ejercicios como la "técnica de la tortuga", jugar dominó, resolver rompecabezas y juegos de memoria.
Recuerda que cada niño es único y tiene su propio ritmo de desarrollo, por lo que no es necesario preocuparse si no se ajusta exactamente a estos tiempos de concentración, ya que existen otros aspectos importantes en su desarrollo a tener en cuenta.
Fuentes: // Hernández Consuelo // Naranxadul // Yahoo noticias //
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