Según Eduardo Calixto González, del Instituto Nacional de Psiquiatría de México, la felicidad constante puede no ser saludable; se requieren emociones negativas para mantener la estabilidad mental.
Un estudio de la Universidad Autónoma de México sugiere que dedicar 30 minutos diarios a sentir enojo y furia puede ser beneficioso para el sistema neuronal. Esta práctica libera sustancias que aumentan la actividad cardiovascular y respiratoria, como la noradrenalina para elevar la presión arterial y la dopamina, conocida como la hormona del enamoramiento. Esta respuesta emocional puede ampliar la percepción, aumentar la vulnerabilidad y mejorar la capacidad de memorización. En conjunto, ayuda a equilibrar las sustancias cerebrales, lo que destaca la importancia de estas emociones para la salud emocional.
Fuentes: // Yahoo Noticias // Bing Imágenes // Gaceta UNAM // Naranxadul // Ruiz Silvia //
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