Crianza: El increíble método Maya que permitirá que tus hijos realicen tareas en el hogar por ellos mismos.



Si eres una madre que desea que sus hijos sean responsables y realicen sus tareas sin necesidad de usar recompensas o castigos constantemente, entonces te encantará el enfoque Maya o Indígena.

Finalmente, puedes utilizar este método para que tus hijos sean colaborativos y hagan lo que se espera de ellos sin recurrir a sobornos ni sanciones, como a menudo hacen los padres con niños mayores de dos años.

Este enfoque es muy sencillo y depende únicamente de ti. No necesitas inscribirte en ningún curso ni sumergirte en teorías complicadas. Solo tienes que seguir el ejemplo de las madres mayas e indígenas, quienes saben cómo involucrar a los niños pequeños en las tareas domésticas.

En los años 90, la psicóloga Suzanne Gaskins estudió la vida de una comunidad maya cerca de Valladolid, Yucatán, México. Al hablar con dos hermanas de 7 y 9 años, se dio cuenta de que estaban orgullosas de ayudar a su madre con las labores del hogar, como lavar la ropa, limpiar la casa y alimentar a los animales.

Esta actitud no era exclusiva de una sola familia, sino que todos los niños del pueblo participaban en estas tareas de manera voluntaria, sin que sus padres tuvieran que insistir, y lo hacían sin berrinches ni protestas.

¿Por qué estos niños eran tan diferentes en comparación con otros que a menudo se resisten a hacer las tareas? La respuesta radica en que las madres indígenas invitaban a sus hijos a observar y ayudar en las labores del hogar, incluso si en un principio solo causaban desorden o ralentizaban el proceso.

Esta inversión de tiempo y paciencia daba sus frutos, ya que los niños aprendían con el tiempo y se volvían más capaces. Además, mantenían su deseo de colaborar y se sentían útiles.

Investigaciones realizadas en comunidades de Guadalajara por la Universidad de California respaldan este enfoque maya. En resumen, la clave es mantener el deseo natural de los niños de dos años en adelante de querer ayudar.

Por lo tanto, la próxima vez que tu hijo quiera ayudarte o imitar lo que estás haciendo, permítele hacerlo y convierte ese momento en algo divertido. Relájate y no te preocupes por el tiempo. Las cosas materiales se pueden reemplazar o el desorden se puede limpiar, pero es más difícil recuperar la actitud de responsabilidad en tu hijo.


Fuentes: // Yahoo noticias // Google imágenes // Naranxadul // Hernández Consuelo //




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