"No llores", "no te sientas mal", "haz un esfuerzo y sonríele a la vida"… son solo tres de las muchas frases que erróneamente podemos decir a quienes enfrentan una depresión y que pueden ser contraproducentes.
La depresión no se reduce simplemente a estar triste o tener días melancólicos. Según se explica en el sitio especializado Psicólogos Animae, la depresión conlleva una compleja dificultad psicológica que incluye una serie de síntomas, desde la incapacidad para disfrutar de actividades cotidianas y una persistente sensación de tristeza durante semanas, hasta problemas para conciliar el sueño, cambios en el apetito, fatiga extrema, dificultades de concentración y para tomar decisiones. Muchas veces, quienes la padecen encuentran difícil expresar lo que sienten.
Es crucial que los acompañantes de personas con depresión estén capacitados para identificar las señales que emiten, ya que su comprensión y apoyo pueden marcar una gran diferencia en el proceso de recuperación.
Dado que es común que las personas con depresión tengan dificultades para verbalizar sus sentimientos, sus emociones y pensamientos pueden manifestarse a través del lenguaje corporal y otras señales no verbales.
Al familiarizarse con estas señales, los acompañantes pueden intervenir de manera oportuna y proporcionar el apoyo necesario con herramientas efectivas en momentos difíciles.
Además, demostrar comprensión y empatía hacia estas manifestaciones silenciosas de la depresión puede ayudar a crear un entorno de apoyo y confianza, algo crucial para el bienestar emocional de quienes la sufren, y también podría contribuir a reducir el estigma asociado a estas condiciones mentales.
Estas señales que indican un estado depresivo pueden ser una alerta para actuar y brindar ayuda. Según un artículo respaldado por el psicólogo Sergio De Dios González del portal especializado La mente es maravillosa, las expresiones corporales y faciales son involuntarias y pueden revelar el abatimiento del individuo de manera sutil.
Las microexpresiones faciales, gestos mínimos que se muestran en el rostro, son indicadores precisos de los sentimientos internos. Según el artículo, estas respuestas son controladas por el cerebro límbico y se manifiestan sin que la persona sea consciente ni tenga capacidad de controlarlas voluntariamente.
Por ejemplo, en el rostro se puede observar una expresión en los ojos con párpados superiores caídos y una ligera curvatura hacia abajo en el vórtice (unión entre párpados superior e inferior). La mirada puede parecer perdida, sin enfocarse en un punto específico, y la boca puede curvarse hacia abajo con el entrecejo arrugado, no en un gesto de molestia sino de decepción.
La cabeza suele estar gacha y proyectada hacia adelante, mientras que el cuerpo puede aparecer encorvado y desgarbado. Los movimientos tienden a ser lentos, con posible arrastre de los pies y alternancia entre movimientos agresivos o bruscos.
Además, las personas con depresión suelen suspirar frecuentemente, como si les faltara el aire, reflejando un malestar emocional profundo.
Finalmente, las dificultades para dormir y alimentarse debido al estado depresivo pueden reflejarse en un aspecto cansado, con piel reseca o fatigada. Estas señales indican la necesidad de acercarse de manera amable y sutil para ofrecer ayuda.
Este artículo tiene como objetivo proporcionar información general y educativa sobre temas relacionados con la salud y el bienestar. Es importante destacar que esta información no sustituye el consejo de un médico ni debe utilizarse para realizar tratamientos sin supervisión médica adecuada. Si tienes preocupaciones sobre tu salud física o mental, te recomendamos consultar a un profesional de la salud calificado para obtener evaluación, diagnóstico y tratamiento adecuados.
Fuentes: // Yahoo Noticias // Adriana Terán //
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