Nos afecta en distintas áreas del cerebro y, por ende, las consecuencias no son iguales.
Afortunadamente, poco a poco se siguen desmantelando barreras sociales que dictan que los hombres deben ser siempre fuertes, que no deben llorar, entristecerse o verse afectados por el estrés. Gradualmente, su hombría es menos cuestionada cuando sufren alguna afección relacionada con la salud mental. Durante años, estas etiquetas machistas han afectado silenciosamente la salud mental masculina.
De hecho, estadísticas de varios países revelan que los suicidios son más frecuentes en hombres que en mujeres. Aunque las mujeres lo intentan más, los hombres encabezan las cifras de muertes. Sin duda, uno de los factores que nos diferencia a hombres y mujeres es la forma en que se nos relaciona con trastornos mentales, lo cual subraya la importancia de hablar sobre salud mental, cómo cuidarla y cómo el estrés la impacta profundamente.
No es reciente la constatación de que el estrés afecta de manera diferente a hombres y mujeres, atribuible a diversas razones como los estereotipos sociales y los patrones de crianza, que han dictado cómo se considera correcto expresar y experimentar las emociones.
Algunos estudios indican que, ante el estrés, las mujeres tienden a expresar mayor tristeza y sentir más ansiedad que los hombres; mientras que estos pueden mostrar un aumento de la presión arterial e incluso una mayor propensión al consumo de alcohol.
Se sugiere que los diferentes patrones de comportamiento en respuesta al estrés pueden tener una base biológica, no solo social, ya que se activan distintas áreas cerebrales en cada caso. En los hombres, se activa principalmente la corteza prefrontal, lo que provoca una respuesta de lucha o huida; en las mujeres, se activa más el área límbica, relacionada con el cuidado y la amistad, lo que las lleva a buscar apoyo en otras personas.
Recientemente, un estudio del Instituto Weizmann, publicado en Cell Reports, exploró los procesos celulares en ratones machos y hembras para extrapolarlo a los humanos y comprender las diferencias ante trastornos psiquiátricos relacionados con el estrés y el sistema de estrés.
Así, descubrieron que una subcategoría de células cerebrales responde al estrés de manera completamente diferente en hombres y mujeres. Los hallazgos de esta investigación, según señalan en un comunicado, “podrían conducir a una mejor comprensión de las condiciones de salud afectadas por el estrés crónico, como la ansiedad, la depresión e incluso la obesidad y la diabetes, y podrían allanar el camino hacia terapias personalizadas para estos trastornos”.
La doctora Elena Brivio, directora del estudio, explicó que se enfocaron en el área del cerebro que actúa como centro de la respuesta al estrés en los mamíferos, el núcleo paraventricular (PVN) del hipotálamo. “…Pudimos mapear la respuesta al estrés en ratones machos y hembras a lo largo de tres ejes principales: cómo responde cada tipo de célula en esa parte del cerebro al estrés, cómo cada tipo de célula previamente expuesta al estrés crónico responde a una nueva experiencia de estrés y cómo estas respuestas difieren entre hombres y mujeres”.
En el comunicado se indica que las células cerebrales responden de manera diferente al estrés en hombres y mujeres, siendo algunas más susceptibles al estrés en unos y otras en ellas. Esto es crucial para, en el futuro, desarrollar tratamientos mucho más precisos y eficientes.
En el pasado, hasta los años 80, solo se probaban nuevos medicamentos en hombres porque se consideraba complicado incluir mujeres en las investigaciones, ignorando variables importantísimas como los cambios hormonales. Incluso hoy en día, lo más común es hacer experimentos con machos. Sin embargo, para los autores de este estudio, es esencial incluir hembras, especialmente en neurociencia y ciencias del comportamiento.
El profesor Alon Chen, director del Instituto, destaca que los hallazgos de este estudio muestran que, “cuando se trata de condiciones de salud relacionadas con el estrés, desde la depresión hasta la diabetes, es muy importante tener en cuenta la variable sexual, ya que tiene un impacto significativo en cómo las diferentes células cerebrales responden al estrés”.
Este artículo tiene el propósito de proporcionar información general y educativa sobre temas de salud y bienestar. Sin embargo, esta información no debe ser vista como un sustituto del consejo de su médico ni debe ser utilizada para realizar tratamientos sin la supervisión de un profesional de la salud.
Fuentes: // Yahoo Noticias // Adriana Terán //
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